Almas Gemelas

La creación de este blog es, era, meramente educativa, formal, etc. Pero no sé, será que llevo demasiado tiempo en Sevilla y que me apetece compartir con vosotros ese sentimiento, que no resentimiento, que tengo por mi mejor amigo Tedi. Para quienes no conozcáis a Tedi, es decir, el 99'99% de los que vais a leer esto, Tedi es mi hermano. Por aquel que me partí la ceja contra una encimera por meterle un gol en el salón de mi casa, por aquel que he tenido que salir en millones de ocasiones detrás de él para una de nuestras peleas rutinarias (no hubo sangre), y por quien hoy por hoy daría todo lo que tengo, pues es lo más importante que tengo en la vida. PORQUE SOLO LOS QUE TENEMOS HERMANOS MAYORES SABEMOS LO QUE ES TENER DOS PADRES. Y lo digo en mayúsculas porque si, porque es un grito, un grito de guerra, porque vaya PESADILLA.

Pero en el fondo se le coge cariño. Cuando te vas fuera de tu casa a estudiar, piensas en que todo va a ser maravilloso, fantástico, el mejor año de tu vida, y en gran parte lo es, a no ser que te toque una compainer guarrilla, que en mi caso no es así gracias a Dios (Raquela te quiero). Porque queráis o no, tu hermano/a, perro, es tu compañero de travesuras, de siempre. Pero llega un día en el que se convierte en tu compañero de historias, tu consejero, y llegará también el día en el que sea tu hombro para llorar, descansar o solo para relajarte. Soy de la opinión de que si vas a tener un hijo, deberías mentalizarte ya y tener dos, y en su defecto un perro. Y si hay hermanos, perros, pájaros, hamster e iguanas todo mucho mejor. ¿Qué hay mas bonito? Tu madre gritando, tu hermano y tu peleando, tu padre de mala leche, el perro ladrando, los pájaros súper locos... Hogar, dulce hogar. Bueno pues esta entrada, meramente melancólica, solo quería recordarte, Tedi, lo grande y especial que eres para mi, que en solo un año me he dado cuenta que no hay tantas diferencias entre tu y yo como si las había cuando eramos más pequeños, y que nada, que sigas ahí como siempre, tocando tu guitarra, dando guerra, con esa personalidad que solo tu tienes, y que por favor, no me faltes, porque definitivamente, he perdido la fe en los hombres, pero no en ti. Te quiero.